Por Gemma Gonzalez Andrés, Socia Directora de Konnectare Values.
Estamos en un momento donde más que nunca se necesitan Neurolíderes para inspirar, para integrar, para co-crear, para conectar equipos de distintas culturas y generaciones, para desarrollar la inteligencia colectiva dentro de las organizaciones, para ser más creativos y más intuitivos.
Coincido con la visión de Andrew Robertson CEO de BBDO agencia de publicidad que plantea el mundo Digital no como una tecnología, plataforma o medio sino como un nuevo lenguaje, un lenguaje que nos permite expresar nuestras ideas, tener nuevas experiencias, experiencias mágicas como la inmersión en la realidad virtual y la realidad aumentada que ha provocado que el cliente, que somos todos nosotros, cambiemos nuestro comportamiento, nuestra manera de hacer las cosas, tanto en el ámbito personal como profesional y social.
Para que cada uno de nosotros estemos preparados para esta Transformación Digital, para esta Revolución Tecnológica exponencial, deberíamos empezar cuestionándonos cómo estamos haciendo las cosas, potenciar el pensamiento crítico dentro de las organizaciones. Deberíamos empezar a cambiar nuestro comportamiento, nuestra formas de hacer y de pensar. Deberíamos abrirnos a nuevas perspectivas y a nuevas posibilidades.
A pesar de que nuestro cerebro sea el órgano más complejo del Universo, sigue siendo bastante “reptiliano” y le cuesta mucho cambiar, no le gusta la incertidumbre y siempre que puede, tira de patrones y comportamientos ya conocidos. Si que es verdad que con voluntad y consciencia, podemos cambiar nuestras creencias y comportamientos e ir incorporando nuevos hábitos para abrirnos a las oportunidades que nos brinda el mundo Digital y las nuevas Tecnologías.
Sabemos que el cerebro cambia físicamente con la experiencia. ¿Y eso qué quiere decir? Que el cerebro si lo entrenamos es capaz de generar nuevos circuitos neuronales . Es lo que se llama Neuroplasticidad. Ya no vale decir “Yo a estas alturas, no puedo cambiar”. Todo el mundo podemos cambiar y adaptarnos a este nuevo escenario.
Saber cómo funciona el cerebro nos va a permitir desarrollar competencias que se está demandando en el siglo XXI como la creatividad y la innovación. Sabemos cómo poner el cerebro en modo creativo, que es lo que pasa instantes antes de tener el momento “Eureka”. Aprender a relajar el cerebro nos va a permitir estar en las mejores condiciones para generar ideas y algunas de ellas se convertirán en proyectos de innovación.
Generar FANS en sus clientes, fans de sus marcas, de sus productos y/o servicios. Buscan interactuar con sus clientes, generar vínculos emocionales, co-crear con ellos. Centran toda su actividad en el cliente y ponen en marcha programas de Experiencia de Cliente.
Las empresas que se están transformando han puesto su esfuerzo en su “Employer Branding” en ser empresas atractivas, con culturas fuertes, con unos valores corporativos alineados con los valores de las personas que trabajan allí. Han remodelado sus oficinas creando espacios más abiertos, más flexibles para promover el intercambio de ideas, la colaboración, el desarrollo de la inteligencia colectiva de sus equipos.
En los últimos 10 años no han cambiando enormemente los modelos de Liderazgo, en cambio hay más de 50.000 científicos investigando cómo funciona el cerebro. No tendría sentido no aplicar todo ese conocimiento al mundo del Liderazgo y de la Transformación Digital.
El Neuroliderazgo es aplicar todo el conocimiento de las neurociencias al mundo del Liderazgo y las organizaciones.
El Neuroliderazgo empodera al individuo y le da la posibilidad de que asuma la responsabilidad de potenciar su cerebro para estar en las mejores condiciones para desempeñar cualquier tarea.
El Neuroliderazgo apuesta por un líder saludable, con un cerebro balanceado. Trabaja nuevos hábitos relacionados con el estado mental y físico del líder. Se buscan líderes que inspiren, que influyan, que sean creativos, intuitivos, que generen vínculos emocionales con sus equipos.
El Neuroliderazgo te permite crear culturas saludables, culturas que generan entornos de colaboración, que fomentan el intercambio de ideas, culturas donde los líderes puedan reconocer su vulnerabilidad y decir “Yo no sé” y rodearse de un equipo donde el liderazgo se comparta en función del proyecto. Culturas donde se dé la bienvenida a la Diversidad, a las nuevas generaciones, como fuente de enriquecimiento para enfrentarse juntos a este mundo VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo).
Una de las competencias claves para al Transformación Digital es la agilidad. El Neuroliderazgo ha puesto en valor la intuición, esa inteligencia inconsciente que te va a permitir ser más ágil a la hora de lanzar nuevos productos y servicios.
Otra de las competencias más demandadas en la Transformación Digital es la inteligencia social la capacidad para conectar con los demás, para empatizar y adaptarte a distintos escenarios trabajando con equipos virtuales. Las mujeres tienen una mayor capacidad para la lectura de la expresión del rostro y del lenguaje no verbal. Tienen más habilidades sociales.
Los Millenials que a día de hoy son el 35% de la fuerza laboral y que en el 2020 llegarán a ser un 50% demandan un estilo de Liderazgo mucho más cercano. Este estilo de Liderazgo más cercano es un estilo más acorde con el estilo de Liderazgo de las mujeres.
Estamos en un momento donde más que nunca se necesitan Neurolideres
para inspirar, para integrar, para co-crear, para conectar equipos de distintas culturas y generaciones, para desarrollar la inteligencia colectiva dentro de las organizaciones, para ser más creativos y más intuitivos.
El Modelo i4 de Neuroliderazgo diseñado por Silvia Damiano, pone foco en el cerebro y desarrolla competencias clave para el siglo XXI
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Miércoles, 29 de junio de 2016.